jueves, 11 de marzo de 2010

CAFÉ MODERNO

Frío y más frío en Vitoria,lo prefiero a la cansina lluvia que ayer dejamos en Madrid.
Salimos bien pertrechados Cloe y yo a pasear por la Florida, celebrando por fin un cielo azul y un sol suave de invierno,que pronto adormece a mi niña.
Llevo en mi mochila un sobre que está esperando una mesa donde ocultarse.Por la plaza de España veo un café donde el sol entra a raudales,afortunadamente el televisor encendido está mudo y el hilo musical no chirría demasiado.
Me siento y disfruto de la luz ,no hay demasiada gente .Mi mesa es blanca y bajita,modelo ikea,de las que cuando limpien el local voltearán sin ningún esfuerzo y encontrarán el sobre.
Por eso,si estás leyendo esto y te encuentras cerca,ya sabes,Café Moderno,entrada por la plaza,la primera mesa a la izquierda está esperando tu mano.
Bendito sol

4 comentarios:

  1. Muy bonita forma de empezar el día.
    Me alegro de que Cloe empiece su andadura artística de esta bonita forma. Algún día habrá que contárselo.

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  2. DE CÓMO ENCONTRÉ EL ENIGMÁTICO DIBUJO.
    Pues mi historia es muy interesante.
    Salía del local donde los miembros del Servicio de Información de la Policía Secreta habíamos organizado una fiesta privada. Bueno, no quiero empezar mintiendo. En realidad, salía del funeral del tío de José Ricardo, un compañero mío de oposiciones al cuerpo de auxiliares de la Administración de Justicia. Pero esto no es lo más importante de la historia.
    Iba acompañado de una misteriosa rubia. Bueno, no tan misteriosa. Era mi amiga Maricarmen, que trabaja de dependienta en una tienda de souvenirs de la calle Cuchillería. Pero es rubia. En realidad es rubia teñida, pero esto tampoco es lo más interesante de la historia.
    Llegamos a aquel misterioso garito. Bueno, en realidad es un bar donde suelen ir a tomar el café los funcionarios del Ayuntamiento, pero esto no es lo más interesante de la historia.
    El bar estaba atestado de gente a aquella hora. Bueno, en realidad, como era la hora de cenar, sólo había una pareja de mediana edad y el camarero. Pero dicen que tres es multitud. En cualquier caso, esto no es lo más interesante de la historia.
    Cuando entramos en el bar, una mesa llamó poderosamente mi atención. Algo había en ella que atrajo mi mirada. Bueno, en realidad es que era la única mesa limpia. Pero esto tampoco es lo más interesante de la historia.
    Pedimos un vino y nos sentamos. Bueno, en realidad yo pedí una infusión porque estos días tengo el estómago un poco rarillo. Pero esto sigue sin ser lo más interesante.
    Nos sentamos. Cuando puse mis piernas bajo la mesa, noté que algo extraño rozaba mis pantalones recién comprados en la sección de oportunidades de El Corte Inglés. Por cierto, una ganga. Bueno, la verdad es que en principio pensé que alguien había dejado su chicle debajo de la tapa de la mesa. Peor aún, pensé que podía ser un moco. Bueno, esto tampoco es lo más interesante. Sigamos.
    Lo cierto es que deslicé mi mano bajo la mesa y... toqué el muslo de Maricarmen que se quedó muy extrañada de mi actitud. Bueno, la verdad es que me insultó un poco, pero esto no es lo más interesante de la historia.
    Tras explicar el malentendido, me agaché y vi que había un sobre pegado a la mesa. Lo cogí con decisión. Bueno, en realidad lo cogí con un poco de miedo por si era una carta –bomba que allí había dejado algún homicida anónimo. Hay tanto desaprensivo... pero esto no es lo más interesante.
    El sobre contenía estas palabras: “DESNUDOS BAJO LA MESA”. No me atreví a enseñárselo a mi amiga Maricarmen por si pensaba que lo tenía todo preparado y que se trataba de una proposición indecente. Bueno, la verdad es que nunca se hubiera creído que yo fuera capaz de hacer proposiciones indecentes. Pero esto no es lo más interesante de la historia.
    Abrí el sobre. Un enigmático dibujo. Una mujer apoya indolentemente sus piernas desnudas sobre un cajón. Acababa de hacer el amor sobre él? (Por Dios, qué mente más calenturienta tengo a veces!!!) O había tirado al fuego todos los recuerdos que allí había guardado de un amor frustrado? O, simplemente, descansaba porque tenía un problema de varices? Mi tía Justina sufre mucho de varices. Hay días que no puede ni salir a hacer la compra al super. Yo mismo suelo hacerle los recados cuando las oposiciones me dejan tiempo libre, que no es mucho. Pero esto tampoco es lo más importante.
    Mi amiga Maricarmen lo vio y dijo: Ah! Estos dibujos los hace mi cuñado y los va repartiendo por ahí. Está como una cabra!
    En fin, que la historia tampoco ha resultado tan interesante. Pero, eso sí, tengo una historia que contar. Y al menos una persona que la leerá. Mi anónimo amigo pintor, creador de blogs, fabulador de colores, incitador de encuentros casuales.
    Gracias, Damián.
    Atentamente.
    José Críspulo de Lara.

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  3. Mi caso no es fortuito, pero la experiencia casi igual de intensa.
    1º convencer a Manolo para que me acompañe a uno de estos ‘juegos’ que en el provocan la inmediata reacción de ‘yo paso…’
    2º O sea, la que pasa al local indicado soy yo…la mesa indicada está ocupada por dos señoritas jóvenes que discuten acerca de unos papeles extendidos sobre… la mesa!!
    3º Inspecciono el local, nuevo para mí, cotilleo ejemplares de los libros expuestos…miro a Manolo fuera esperando, castañeando con el pie derecho y, por fin, me dirijo a la mesa.
    4º ‘Perdonar…hay algo debajo de esa mesa esperándome, os importa que…’ me tiro al suelo para hacer que el trance sea lo más breve posible, palpo tres cuartas partes de la parte inferior de la mesa pero nada, no está. Asomo la cabeza y digo un breve ‘…no estoy loca’ caras con miradas interrogantes ‘un amigo ha dejado un precioso dibujo debajo de esta mesa. Solo me queda por inspeccionar esa esquina que tienes debajo. Y ya, con el interés despertado, las tres nos encontramos debajo de la mesa (vestidas) con el mismo propósito y ahora sí, ahí está!
    Lo cojo, lo abro y se lo enseño. Les encanta. Me lo llevo.
    Solo me quedaba darte las gracias por un rato distinto, por un precioso dibujo y por descubrirme este café-librería (junto a la Filmoteca) al que, sin duda, volveré.
    Un beso,
    Paula

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  4. Yo todavia no tengo una historia, pero si la hay se la deberé a mi amigo madrileño, el erizo, que es el que me ha mandado este blog, y que he leido, entre curiosa y entre risas con vuestras historias.

    Estoy deseando llegar a Madrid, desde Valencia, y lanzarme a la busqueda, en parte porque me gusta formar parte de esta aventura que ya habeis empezado otros y en parte porque siento la busqueda y el descubrimiento como una necesidad apasionante en todos los terrenos.

    ¿Y dónde mejor que en ese café-librería que todavía no conozco? pero que conoceré este fin de semana ¿ y con quien mejor que con unos buenos amigos?, pues que así sea, y así os lo cuente a la vuelta.

    Besos y gracias a todos por vuestras ideas y vuestra generosidad.

    Gema.

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