viernes, 29 de enero de 2010

AMIGAS

Buenaaas, ¿hay alguien ahí?. Como dije la última vez que me senté a escribiros, íbamos camino de Belalcázar a disfrutar de las fiestas Navideñas.
Una vez en el pueblo llamé a mis amigas de Hinojosa y días después quedamos en vernos.En mi mochila seguían los cinco desnudos esperando.
Durante años a la entrada de Hinojosa,en un terreno vecino a la carretera, veía el viejo autobús de los Pla,allí varado,con las ruedas pinchadas ,las ventanas rotas y la chapa poco a poco tiñéndose del color de la tierra...siempre pensaba : tengo que fotografiarlo,pero nunca me bajé del coche para hacerlo.
Ese viejo autobús que conducía Emilio nos trasladaba desde mi pueblo al Instituto de Hinojosa.
Hace 32 años estábamos en primero de bup y allí conocí a mis amigas (yo tenía un flequillo soberbio que ya no mece el viento y ellas siempre se las ingeniaban para quitarme el bocadillo de pan de las 8 "recién hecho")
Con el entusiasmo de un quinceañero me adelanto unos minutos a la cita y elijo dos bares de la plaza,"El Gato" y el bar "Plaza" en el primero oculto dos sobres y en el segundo tres.
La amistad es un metal que no hay que dejar de bruñir,sucumbo a ese metal precioso y les indico
dónde están las mesas.Volvemos 32 años atrás,cuando corríamos por los pasillos,risas y carreras bajo las mesas del bar,buscando el desnudo...y vaya si lo encontraron!!

lunes, 11 de enero de 2010

FELIZ 2010

Buenas,ojalá hayáis entrado con buen pie en el nuevo año.Vuelvo a estar debajo de la mesa,y lo cierto es que un poco perezoso con respecto a la escritura,hace más de un mes que no visito el blog y hay que ponerse al día.
Ni uno ,ni dos, ni tres:doce.Doce sobres están en estos momentos dormitando bajo una docena de mesas,aunque tengo la seguridad que un tercio de ellos ha cambiado de sitio.
Ayer mismo volví a desayunar en el bar Virginia,en la calle Rufino Blanco,frente a los bomberos.
Me senté en mi mesa habitual,pedí mi desayuno habitual (café con leche en vaso largo de café y barrita de pan con aceite y tomate) y como el perro de Paulov volví a palpar debajo de mi mesa y mis dedos sólo tocaron madera.

Donde no he vuelto es a otro sitio,en la calle Conde de Romanones,que descubrí por casualidad.Se accede tras un viejo portal,abierto de par en par,con tiendas al fondo,en un patio recoleto y silencioso.El bar se llama El patio,y escondí mi acuarela en la mesa de la derecha tras la entrada.
Mañana a lo mejor me paso,tengo un recuerdo delicioso del lugar.

Cambiemos de escenario y subamos a Vitoria,en la calle Badaya está el Hihuka (o Hiuka?).
Con decoración de taberna irlandesa y dos teles ruidosas,pero eso sí,con una barra repleta de suculentos pintxos.Si entras por la puerta izquierda,sientate en la mesa bajo la tele y con vistas a la calle.Y ya sabes...indisimuladamente que tus deditos busquen el sobre.
¿Seguirá allí? Lo pegué después de nochebuena.

Al día siguiente entré en el Bus Bar,justo enfrente de la estación de autobuses,pasé por la puerta de la esquina y escogí una mesita redonda frente a la barra, pegada a los cristales.
La camarera era una de las novias de Corto Maltés,saqué mi cuaderno pero no hubo forma de apresar ese rostro africano.Me consolé dibujando figuras con bolsos de viaje en el suelo.Ya quisiera uno tener la mano de Hugo Pratt.

Siguiendo al temporal lluvioso llegamos hasta Belalcázar,mis últimos 5 sobres viajaban en mi mochila.Pero esto ya lo contaré otro día,que me caigo de sueño.
Buenas noches,debajo de la mesa